Nuestro amigo conoce otros burritos voladores, como este:
No, no es una tomadura de pelo. Esta ha sido la peculiar manera que han tenido unos empresarios turísticos rusos para promocionar su país e intentar atraer más turismo.
Boquiabiertos y anonadados se quedaron todas y cada una de las personas que pasaban su día disfrutando de las tranquilas playas del mar de Azov, en el sur de Rusia, cuando descubrieron que aquella figura que volaba sobre las aguas, montado en un parapente atado a una lancha, era ni más ni menos que un burro.