Difference between revisions of "El árbol de los deseos"

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Habia una vez un ninito, es a decir un nino chico.
+
Había una vez un niñito con los ojos grandes, claros y brillantes, de maneras suaves y agridulces que vivía en un pueblo del norte, cerca de un bosque, donde nevaba mucho.  Al niño le encantaba jugar, especialmente cuando no había nieve.  
  
Con ojos grandes y claros, y una manera suave y agridulce.
+
Un día, mientras jugaba, vio algo pequeño y amarillo que brillaba suavemente en la tierra, el niñito recogiendo el objeto, lo miró de cerca.
  
Vivo en un pueblo en un bosque norteno, donde hizo nieve.
+
¡Era una semilla!
  
Al nino le gusto jugar. Especialmente cuando no habia nieve.
+
El niñito la tomó entre sus manos y con mucho cuidado la sembró en su lugar favorito en un claro del bosque.
  
Un dia, mientras jugaba, vio algo en la tierra.
+
El tiempo pasó y poco a poco un árbol enorme y macizo fue creciendo tanto que con sus ramas alcanzaba el cielo.
  
Algo pequeno.
+
"Orale!" exclamó el niño emocionado y dibujando en su cara una gran sonrisa empezó a subir escalando el árbol y mientras más alto escalaba el árbol seguía creciendo, más arriba que su casa, más arriba que los otros edificios en el pueblo, mas arriba aún que las nubes.  
  
Amarillo.
+
Allá arriba en lo alto del árbol, jugando en el cielo con las nubes y el sol, el niño deseo algo de comer, algo dulce, y de repente, apareció un buen helado con sabor de sueño; y dando grandes lengüetazos, el niño hizo carretas y volteretas en el cielo.
  
Brillando suavemente.
+
Luego, deseando a alguien con quien jugar, el niño se imaginó a varios de sus amigos y de pronto, allí estaban todos, desnudos y felices. El aire estaba siempre lleno de risas, todos volaban con canciones de regaliz y viento y aves y amor, jugando juntos.
  
Recogiendo el objeto, el ninito lo miraba de mas proxima.
+
Después, amando con todo su corazón, el niño deseó más que cualquier otra cosa una pareja. Y del árbol, creció una niñita, chiquita, bonita, encantadora. Ambos vivieron juntos muchísimos años sin envejecer. Comieron millones de esos buenísimos helados e inventaron nuevos y divertidos juegos que no puedo describir aquí. Viviendo con un amor total y perfecto.
  
Fue una semilla!
+
Mientras tanto, abajo en el pueblo, la gente que trabajaba duro en la mina de carbón miraba como el árbol crecía y crecía tocando el cielo. "Ese árbol de allá crece demasiado," dijo un minero. "Debemos cortarlo," dijo otro. Y así el pueblo cortó el árbol de los deseos. El helado, los amigos que volaban y la niñita, desaparecieron.
  
Unos dias despues, el ninito sembro la semilla.
+
El niño flotando bajó hasta el pueblo. "Todo es culpa tuya!" gritó la horda. "Pues, valió la pena," suspiro el niño.
  
En un claro.
+
Los años pasaron y el niño convertido en hombre, trabajaba duro en la mina de carbón. Todos los fines de semana, mientras los otros mineros iban a la cantina, él se quedaba en su jardín al lado del bosque sonriendo con lagrimas púrpuras sabor chocolate.
  
Creciendo macizamente, el arbol alcanzo sus ramas al cielo.
+
Después de muchos años, cuando el hombre era viejo, recibió la visita de una niñita que jugaba en el jardín. El hombre viejo buscó entre sus bolsillos sacando algunas cosas pequeñas que brillaban suavemente en color rosa y las puso entre las manos de la niñita entregándoselas como regalo.  
  
"Orale!" exclamo el nino.
+
La vecinita regresó  varios días después y soltando risillas, saltó en el jardín.
  
Con una gran sonreisa, el nino escalo el arbol.
+
"¡Oye, Sembré las semillas y los arboles crecen en todos lados transformando el bosque!"
  
El escalo y escalo y escalo.
+
Una mariposa revoloteando cerca, emitía destellos de malvavisco y todo el pueblo brilló en color rosa. Y el carbón se convirtió en dulces con sabor arcoiris que hacían cosquillas en la barriga.
  
Y, tanto alto que pudo escalar, el arbol continuo a crecer.
+
"Órale!" Ella exclamó riendo, tomando la mano del hombre.Y él se quedó inmóvil, sonriendo con amor inmenso fluyendo libremente en todos lados.
  
Mas arriba que su casa, mas arriba que los otros edificios en el pueblo, mas arriba aun que las nubes.
+
Y en secreto guardaron algunas semillas dentro de estas hojas, así que si escribes lo que deseas con todas tus fuerzas y siembras esta hoja bajo la tierra, cuando crezca una planta tu deseo se puede hacer realidad.
  
Jugando alla alto en el cielo con las nubes y el sol, el nino deseo algo a comer.
+
¡Siembra muchas buenas semillas y las cosas buenas crecerán aun mejores!
 
 
Algo dulce.
 
 
 
Y de repente, habia un buen helado con sabor de sueno.
 
 
 
Tomando grandes lametazos, el nino hizo carretas y volteretas en el cielo.
 
 
 
Deseando alguienes con quienes el pudo jugar, el nino imagino varios amigos, y de repente alla hubieron.
 
 
 
Todos desnudos y felices.
 
 
 
El aire siempre lleno de risas.
 
 
 
Claro, todo el mundo volaban.
 
 
 
Y con canciones de regaliz y viento y aves y amor, jugaban juntos.
 
 
 
Amando con todo su corrazon, el nino deseo, mas que todo, una parreja.
 
 
 
Y del arbol crecio una ninita, chiquita y bonita y encantadora.
 
 
 
Las dos vivieron juntos, muchisimos anos.
 
 
 
Sin envejecer.
 
 
 
Tomaron millones de eses buenisimos helados.
 
 
 
Y inventaron nuevos juegos que no puedo describir aqui.
 
 
 
Y vivieron con amor total y perfecto.
 
 
 
Mientras tanto, abajo en el pueblo, la gente trabajaban duro en la mina de carbon.
 
 
 
"Este arbol alla crece mucho. Demasiado," dijo un mineroaminera del carbon.
 
 
 
"Debemos cortarlo," dijo un otro.
 
 
 
Y el pueblo corto el arbol de los deseos.
 
 
 
El helado, y los amigos volandos, y la ninita, desaparezaron.
 
 
 
El nino floto abajo hasta el pueblo.
 
 
 
"Es tuya culpa!" grito la horda.
 
 
 
"Pues, valio la pena," suspiro el nino.
 
 
 
Y, envejeciendo, el nino, convertido en hombre, trabajaba duro en la mina de carbon.
 
 
 
Los fines de semana, mientras que los otros mineroamineras del carbon fueron a la cantina, el quedo en su jardin.
 
 
 
Sonriendo lagrimas purpuras con sabor de chocolate.
 
 
 
Despues de unos anos, cuando el hombre fue viejo, recibo visita de una vecina.
 
 
 
La ninita jugaba en el jardin.
 
 
 
El hombre viejo, poniendo su mano en el bolsillo, encontro algunas cosas pequenas.
 
 
 
Quitando la mano, el regalo las semillas a la ninita.
 
 
 
Brillando suavemente.
 
 
 
Rosas.
 
 
 
La proxima vez que vino la vecinita, soltando risillas, ella salto en el jardin.
 
 
 
"Oye! Sembre las semillas! Los arboles crecen en todos lados!"
 
 
 
Una mariposa reveoleato cerca, emitiendo destellos malvaviscosos.
 
 
 
Y todo el pueblo brillo en rosa.
 
 
 
Y el carbon se convirto en dulces con sabor de arcoiris, que hizieron que la barriguita dio risillas.
 
 
 
"Orale!" Ella exclamo riendo, tomando la mano del hombre.
 
 
 
Y el estuvo inmovil.
 
 
 
Sonriendo.
 
 
 
Con amor inmensio fluyendo libremente en todos lados
 
  
 
Fin.
 
Fin.
 
Sembre muchas semillas, y las cosas buenitas van a recrecer aun mejores!
 
  
 
[[Category:Childhood]]
 
[[Category:Childhood]]
 
[[Category:Español]]
 
[[Category:Español]]

Latest revision as of 16:03, 19 September 2015

Había una vez un niñito con los ojos grandes, claros y brillantes, de maneras suaves y agridulces que vivía en un pueblo del norte, cerca de un bosque, donde nevaba mucho. Al niño le encantaba jugar, especialmente cuando no había nieve.

Un día, mientras jugaba, vio algo pequeño y amarillo que brillaba suavemente en la tierra, el niñito recogiendo el objeto, lo miró de cerca.

¡Era una semilla!

El niñito la tomó entre sus manos y con mucho cuidado la sembró en su lugar favorito en un claro del bosque.

El tiempo pasó y poco a poco un árbol enorme y macizo fue creciendo tanto que con sus ramas alcanzaba el cielo.

"Orale!" exclamó el niño emocionado y dibujando en su cara una gran sonrisa empezó a subir escalando el árbol y mientras más alto escalaba el árbol seguía creciendo, más arriba que su casa, más arriba que los otros edificios en el pueblo, mas arriba aún que las nubes.

Allá arriba en lo alto del árbol, jugando en el cielo con las nubes y el sol, el niño deseo algo de comer, algo dulce, y de repente, apareció un buen helado con sabor de sueño; y dando grandes lengüetazos, el niño hizo carretas y volteretas en el cielo.

Luego, deseando a alguien con quien jugar, el niño se imaginó a varios de sus amigos y de pronto, allí estaban todos, desnudos y felices. El aire estaba siempre lleno de risas, todos volaban con canciones de regaliz y viento y aves y amor, jugando juntos.

Después, amando con todo su corazón, el niño deseó más que cualquier otra cosa una pareja. Y del árbol, creció una niñita, chiquita, bonita, encantadora. Ambos vivieron juntos muchísimos años sin envejecer. Comieron millones de esos buenísimos helados e inventaron nuevos y divertidos juegos que no puedo describir aquí. Viviendo con un amor total y perfecto.

Mientras tanto, abajo en el pueblo, la gente que trabajaba duro en la mina de carbón miraba como el árbol crecía y crecía tocando el cielo. "Ese árbol de allá crece demasiado," dijo un minero. "Debemos cortarlo," dijo otro. Y así el pueblo cortó el árbol de los deseos. El helado, los amigos que volaban y la niñita, desaparecieron.

El niño flotando bajó hasta el pueblo. "Todo es culpa tuya!" gritó la horda. "Pues, valió la pena," suspiro el niño.

Los años pasaron y el niño convertido en hombre, trabajaba duro en la mina de carbón. Todos los fines de semana, mientras los otros mineros iban a la cantina, él se quedaba en su jardín al lado del bosque sonriendo con lagrimas púrpuras sabor chocolate.

Después de muchos años, cuando el hombre era viejo, recibió la visita de una niñita que jugaba en el jardín. El hombre viejo buscó entre sus bolsillos sacando algunas cosas pequeñas que brillaban suavemente en color rosa y las puso entre las manos de la niñita entregándoselas como regalo.

La vecinita regresó varios días después y soltando risillas, saltó en el jardín.

"¡Oye, Sembré las semillas y los arboles crecen en todos lados transformando el bosque!"

Una mariposa revoloteando cerca, emitía destellos de malvavisco y todo el pueblo brilló en color rosa. Y el carbón se convirtió en dulces con sabor arcoiris que hacían cosquillas en la barriga.

"Órale!" Ella exclamó riendo, tomando la mano del hombre.Y él se quedó inmóvil, sonriendo con amor inmenso fluyendo libremente en todos lados.

Y en secreto guardaron algunas semillas dentro de estas hojas, así que si escribes lo que deseas con todas tus fuerzas y siembras esta hoja bajo la tierra, cuando crezca una planta tu deseo se puede hacer realidad.

¡Siembra muchas buenas semillas y las cosas buenas crecerán aun mejores!

Fin.