El árbol de los deseos
Habia una vez un ninito, es a decir un nino chico.
Vivo en un pueblo en un bosque norteno, donde hizo nieve.
Al nino le gusto jugar. Especialmente cuando no habia nieve.
Un dia, mientras jugaba, vio algo en la tierra.
Algo pequeno.
Amarillo.
Brillando suavemente.
Recogiendo el objeto, el ninito lo miraba de mas proxima.
Fue una semilla!
Unos dias despues, el ninito sembro la semilla.
En un claro.
Creciendo macizamente, el arbol alcanzo sus ramas al cielo.
Con una gran sonreisa, el nino escalo el arbol.
El escalo y escalo y escalo.
Y, tanto alto que pudo escalar, el arbol continuo a crecer.
Mas arriba que su casa, mas arriba que los otros edificios en el pueblo, mas arriba aun que las nubes.
Jugando alla alto en el cielo con las nubes y el sol, el nino deseo algo a comer.
Algo dulce.
Y de repente, habia un buen helado con sabor de sueno.
Tomando grandes lametazos, el nino hizo carretas y volteretas en el cielo.
Deseando alguienes con quienes el pudo jugar, el nino imagino varios amigos, y de repente alla hubieron.
Todos riendose todo el tiempo.
Claro, todo el mundo volaban.
Y con canciones de regaliz y viento y aves y amor, jugaban juntos.
Amando con todo su corrazon, el nino deseo, mas que todo, una parreja.
Y del arbol crecio una ninita, chiquita y bonita y encantadora.
Las dos vivieron juntos, muchisimos anos.
Sin envejecer.
Tomaron millones de estes buenisimos helados.
Y inventaron nuevos juegos que no puedo describir aqui.
Y vivieron con amor total y perfecto.
Mientras tanto, abajo en el pueblo, la gente trabajaban duro en la mina de carbon.
"Este arbol alla crece mucho. Demasiado," dijo un mineroaminera del carbon.
"Debemos cortarlo," dijo un otro.
Y el pueblo corto el arbol de los deseos.
El helado, y los amigos volandos, y la ninita, desaparezaron.
El nino floto abajo hasta el pueblo.
"Es tuya culpa!" grito la horda.
"Pues, valio la pena," contesto el nino.
Y, envejeciendo, el nino, convertido en hombre, trabajaba duro en la mina de carbon.
Los fines de semana, mientras que los otros mineroamineras del carbon fueron a la cantina, el quedo en su jardin.
Sonriendo con lagrimas purpuras con sabor de chocolate.
Despues de unos anos, cuando el hombre fue viejo, recibo visita de una vecina.
La ninita jugaba en el jardin.
El hombre viejo, poniendo su mano en el bolsillo, econtro algunas cosas pequenas.
Quitando la mano, el regalo las semillas a la ninita.
Brillando suavemente.
Rosas.
La proxima vez que vino la vecina, soltando risillas, ella salto en el jardin.
"Oye! Sembre las semillas! Los arboles crecen en todos lados!"
Una mariposa reveoleato cerca, emitiendo destellos malvaviscosos.
Y todo el pueblo brillo en rosa.
"Orale!" Ella exclamo riendo, tomando la mano del hombre.
Y el estuvo inmovil.
Sonriendo.
Fin.
Sembre muchas semillas, y las cosas buenitas van a recrecer aun mejores!